No sé como llegué a este punto,

Las paredes todas grises,

Y una cama en el centro de la habitación,

una ventana con barrotes.

Recuerdo las lágrimas al atardecer,

Los gritos desesperados por querer ser libre.

Y luego solo una luz blanca cegadora.

Voces que repetían mi nombre.

Un nombre que no sentía mío,

Porque yo no existía, yo desaparecí en un puente de Madrid.

Recuerdo las sirenas y sentir las muñecas atadas…

Sentirme inmóvil en una cama, sujeta por cuerdas blancas,

Recuerdo…

miento, no recuerdo mucho

solo siento…

Las miradas tristes de mi familia,

las miradas curiosas de los pacientes,

Las miradas con escrutinio crítico de porque estaba ahí y debía permanecer en esa habitación con olor a limpieza infinita,

con sábanas

Secas y frías.

con la vigilancia del Gran Hermano.

Recuerdo los rayos de sol como muestra de vida,

porque yo solo quería dejar mi cuerpo…

La depresión tiene varias formas de mostrar su rostro,

y te deja y viene cuando quiere.

Solo queda luchar,

luchar contra el peor enemigo,

Tu mismo.

Así quedas encerrada en un ring con una copia de ti

Y solo una versión saldrá.

¿Quién vencerá?